filosófico me señalas las luchas entre similitudes, los notables relatos que representan mi celeste bóveda y mi territorio donde descubrir mis analogías significativas, los libros argonáuticos donde batallar misterios, mis aves guardianas
conviven los siglos conmigo como viajeros poetas de lo mítico, la historia supuesta con sus mágicos poderes, tan permisivos. Me sacan del cuerpo con sus cuándos, muero en su taller de bataneros buscando los cadáveres exquisitos, los encuentros imposibles. Los viajeros me dicen de ciudades que aparecen y desaparecen a intervalos caprichosos, de lugares que por un trecho me acompañan hasta míticos países de hiperbóreos habitantes que, de nuevo, desaparecen. Me escriben teogonías en versos de ciencia-ficción, cada poeta en su culto apolíneo o dionisíaco, sus rasgos en éxtasis de igual modo, una literal separación con sus lugares de culto. Adoptan figuras de cualquier especie, formas que les acompañen en su proselitista andar, extensiones de sí mismos que sublimarán o parodiarán
intento metodologías por trazar los paralelos mitológicos del ahora, del hidromiel poético al águila escrutadora, de la manzana dorada al elixir dionisíaco, las hipótesis como reflejo histórico, incluso proto-histórico. Llamo a los monstruos que protegen la entrada a esos otros mundos, participan del alma mundi trayendo los dones preciosos con sus símbolos, un aspecto más de la vida
soy tribu legendaria, soy jinete de un ojo que vive en colinas y montes, soy la lucha legendaria entre identidades que creen proteger su más preciado oro, soy la tierra hiperbórea atemporal en las cuevas del alma, soy el origen y su obra
en este valle me afirmo río del mientras asociándome a mis afluentes, esas figuras colmadas de ojos atribuyendo culturas
poema te describo arcaico entre islas perdidas cercadas por mares oscuros, a los viajeros oigo más allá de sus narraciones en el curso de las furiosas aguas, báquico mirar
moderniza el mito mi particular historiador especulando identidades, selectivo extrae sus relatos en chisposa brevedad, los detalles verosímiles que le moverán. Les echa tierra y planta a los desamparados habitantes dándoles coordenadas
su historia corretea sobre los puntos suspensivos de un cosmos expansivo, naturaleza como incertidumbre, profesional poesía que de infinito me inspira, soy su efebo habitando hombres de un solo y abierto ojo, guardo el oro de las lejanías sin excepción
me convertí en imagen de tierras olvidadas, encadenado Prometeo describiendo sus andanzas en la aurífera corriente de los tiempos, admitiendo sus fantasías en los bordes del mundo conocido, las partes más extremas de su creatividad. Contiene las especies y las tierras de una otredad inabarcable, las figuras de una excelsa preciosidad. Ignora mi propio escepticismo con natural naturalidad por perpetuar sus fábulas, los ojos en el centro de una frente bañada en oro evitando el desacuerdo entre los dos. Es una colosal enciclopedista de anónima voluntad, sencillamente menciona por una suerte de ley cosmológica, te roba si hace falta los nombres despreciando la autoría. Luchan los autores por su preciada perla perdida, las esmeraldas en un mar de símbolos. Filosófica me señalas esas luchas